Escribo en el olvido
en cada fuego de la noche
cada rostro de ti.
Hay una piedra entonces
donde te acuesto mía,
...ninguno la conoce,
he fundado pueblos en tu dulzura,
he sufrido esas cosas,
eres fuera de mí,
me perteneces extranjera.
LO QUE PASA
Yo te entregué mi sangre, mis sonidos,
mis manos, mi cabeza,
y lo que es más, mi soledad, la gran señora,
como un día de mayo dulcísimo de otoño,
...y lo que es más aún, todo mi olvido
para que lo deshagas y dures en la noche,
en la tormenta, en la desgracia,
y más aún, te di mi muerte,
veré subir tu rostro entre el oleaje de las sombras,
y aún no puedo abarcarte, sigues creciendo
como un fuego,
y me destruyes, me construyes, eres oscura como la luz
La muchacha del balcón
La tarde bajaba por esa calle junto al puerto
Con paso lento, balanceándose, llena de olor,
Las viejas casas palidecen en tardes como ésta,
...Nunca es mayor su harapienta melancolía
Ni andan más tristes de paredes,
En las profundas escaleras brillan fosforescencias
.......................................................como de mar,
ojos muertos tal vez que miran a la tarde como si
..........................................................recordaran,eran las seis, una dulzura detenía a los desconocidos,
una dulzura como de labios de la tarde, carnal,
............................................................carnal,
los rostros se ponen suaves en tardes como ésta,
arden con una especie de niñez
contra la oscuridad, el vaho de los dancings.Esa dulzura era como si cada uno recordara a una
..................................................................mujer
Sus muslos abrazados, la cabeza en su vientre,
El silencio de los desconocidos
Era un oleaje en medio de la calle
Con rodillas y rostros de ternura chocando
Contra el "New Inn", las puertas, los umbrales de
.......................................................color abandono.Hasta que la muchacha se asomó al balcón
de pie sobre la tarde íntima como su cuarto con la
.......................................................cama deshechadonde todos creyeron haberla amado alguna vez
antes de que viniera el olvido.
Ahorita
Tierna, tierna cosa es
el tiempo que deriva en una palabra
sin puerto. Gozar la luna sin
sacrificio, ni
lo malo triste pisado,
el rayo en su trabajo.
¿Quién puede oír las guerras didácticas del pecho?
¿Brasas que los sentidos disfrazan
de un lado al otro de los cuentos?
Se oxidaron los goznes
del deseo a la espera del deseo,
ahorita, ahorita, dicen
almas piadosas inflamadas.
En las rocas que rompen por la mitad en el cielo
hay caminos, distancias,
carpinteros del ser.
El uno y el amor se juntan
en ignorancias, pájaros
que se murieron
jóvenes, los entierran, hay
hermanos en la hora,
un frío ardiente todavía
Designios
Te derriba el espejo
de la espada blandida mal, las confesiones
del colibrí que mató la tormenta.
En las extremidades del reloj
el ojo que sirve para ver
es mirado, no duerme, crea visiones y
destrezas del peligro.
La ilusión que devora su raza
quiere cambiar podredumbres,
cenizas de una llave.
El elixir de una rosa blanca
abre sus brazos a lo que pudo ser,
no miente, ella sí.
La salud de la razón es débil,
en sus nubes que oscilan
entre el lamento y la vida al revés,
ángeles furiosos dan lecciones
del deseo que no se va a apagar.
La boca
A José Angel Valente
In memoriam
Como el azar que todo domina
y el encuentro con lo que nunca
pasó en el pasado abre
aromas deliciosos del alma.
Como el viento que dialoga con
lo malobueno de la tierra,
la férrea lanza, el escorpión
que roía la libertad del pulso.
Teresa que pasabas
con bonete amarillo en un burro
que te donó la fe.
Por qué no fuiste más de prisa,
tiempo,
para que José Ángel viera
semillas del mar doble
que en los flautines fingen
una paloma rota y nacieron
de las plantas oscuras de tu profanación
palabras que envolvían
el hacia dónde y para qué.
Maestro de ausencias amadas
que albergaste en un canario triste
y nunca te cantó.
Hijo de astros ocupados,
escrito en una carta muy larga
donde el diamante llora.
De los reflujos de la enfermedad
nació una cabellera de espanto
que creó la no vida.
Los astros lamen
cielos sin causa,
inviernos fríos del tren
que te llevó a tierras del desafío espiritual
donde nada está dicho
nunca, nada.
La música corta pergaminos
de eternidades que no existen.
Allá se fue la visión
de abismos que encierran todas las cosas y
lastimaban tu corazón de fuego.
Flota de voces extrañas flota
en una mano sin perdón.
Tus viajes a la lengua
brillan en páginas secas que incendia
una hoja de otoño.
Hermano de la pérdida,
el tiempo que esperabas
vivió en tu boca.
Preguntas
Ya que navegas por mi sangre y conoces mis límites
y me despiertas en la mitad del día para acostarme
en tu recuerdo y eres furia de mi paciencia para
mí dime qué diablos hago por qué te necesito quién eres muda
sola recorriéndome razón de mi pasión
por qué quiero llenarte solamente de mí y abarcarte
acabarte mezclarme a tus huesitos y eres única
patria contra las bestias el olvido
Una mujer y un hombre
Una mujer y un hombre llevados por la vida,
una mujer y un hombre cara a cara
habitan en la noche, desbordan por sus manos,
se oyen subir libres en la sombra,
sus cabezas descansan en una bella infancia
que ellos crearon juntos, plena de sol, de luz,
una mujer y un hombre atados por sus labios
llenan la noche lenta con toda su memoria,
una mujer y un hombre más bellos en el otro
ocupan su lugar en la tierra.
(Sin título)
El pájaro se desampara en su
vuelo/quiere olvidar las alas/
subir de la nada al vacío donde será materia y se acuesta
como luz en el sol/es
lo que no es todavía/igual al sueño
del que viene y no sale/traza
la curva del amor con muerte/va
de la coincidencia al mundo/se encadena
a los trabajos de su vez/retira
el dolor del dolor/dibuja
su claro delirio
con los ojos abiertos/canta
incompletamente
Juan Gelman
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