viernes, 24 de septiembre de 2010

Maria Elena Wals

...Barco quieto
No te vayas, te lo pido,

de esta casa nuestra donde hemos vivido.

Qué nostalgia te puedes llevar

si de la ventana no vemos el mar.

Y afuera llora la ciudad

tanta soledad.



Todo cansa, todo pasa,

y uno se arrepiente de estar en su casa,

y de pronto se asoma a un rincón

a mirar con lástima su corazón.

Y afuera llora la ciudad

tanta soledad.



No te vayas,

quédate.

que ya estamos de vuelta de todo

y esta casa es nuestro modo

de ser.



Tantas charlas, tanta vida,

tanto anochecer con olor a comida

son una eternidad familiar

que en un solo día no puede cambiar.

Y afuera llora la ciudad

tanta soledad.



Estos muros, estas puertas,

no son de mentiras, son el alma nuestra,

barco quieto, morada interior

que viviendo hicimos, igual que el amor.

Y afuera llora la ciudad

tanta soledad.







Un saludo...Gracias por entrar en este nuestro taller

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